Tenerlas cerca de la cocina para poder utilizarlas recién cortadas es un lujo. La mayor parte necesitan sol abundante y soportan muy bien el calor del verano con poco riego, como la salvia, el tomillo, la mejorana, el orégano o el romero. Otras querrán algo más de agua y una semisombra, como la menta, el perejil, la albahaca, el cilantro o el cebollino.