Tenerlas cerca de la cocina para poder utilizarlas recién cortadas es un lujo. La mayor parte necesitan sol abundante y soportan muy bien el calor del verano con poco riego, como la salvia, el tomillo, la mejorana, el orégano o el romero. Otras querrán algo más de agua y una semisombra, como la menta, el perejil, la albahaca, el cilantro o el cebollino.
Cultivar un huerto
Hacer un huerto: plantar patatas
Estos tubérculos, de los que hay bastantes variedades locales, se cultivan en todos los climas. Se plantan pequeñas patatas o trozos que ya han empezado a germinar. Para que crezcan grandes y sin deformaciones necesitan tierra mullida y un buen abonado orgánico. La cosecha de la patata, llenando cajas para abastecernos los siguientes meses, es una de las más satisfactorias que existe.
Hacer un huerto: plantar rúcula
Otra de las plantas imprescindibles para un huerto en balcón o terraza. Crece rápido y su sabor es incomparable cuando está recién recogida para ensaladas, para acompañar platos de pasta o para decorar pizzas antes de servirlas.
Hacer un huerto: plantar escarolas
Son una de las plantas para ensalada que mejor resisten el frío, aguantando hasta 3 o 4 grados bajo cero. Para blanquear las hojas de su centro se pueden atar un par de semanas antes de la cosecha, pero si te gusta su sabor rústico y algo amargo, que combina bien con vinagres balsámicos o salsa romesco, puedes ir cortando las hojas exteriores más grandes y mantener la planta durante todo el invierno.
Hacer un huerto: plantar ajos
Como otros bulbos, su cultivo es muy fácil. Basta enterrar uno de sus dientes con la punta hacia arriba para obtener una cabeza de ajo. No se hiela nunca, pero puede pudrirse en terrenos mal drenados. Se pueden plantar en cualquier época del año, pero lo tradicional es hacerlo a finales del invierno y recoger en julio y agosto las cabezas suficientes para conservar en manojos o ristras para su consumo hasta la siguiente temporada.
Hacer un huerto: plantar coles
Uno de los cultivos más rústicos. Se pueden trasplantar en cualquier época del año, eligiendo distintas variedades. Son plantas de clima húmedo y aguantan bastante bien las heladas. En esta familia hay repollos verdes y morados, coliflores, coles de Bruselas y brécoles.
Hacer un huerto: plantar acelgas
Se comen las hojas y las pencas. En un suelo con abundante abono orgánico crecen abundantemente durante buena parte del año. La mejor manera de tener una cosecha continuada es ir cortando las hojas exteriores más grandes de cada planta. Las plantas conservadas en el terreno rebrotan muy temprano en primavera y dan una verdura muy apreciada en esa época del año, aunque hay que protegerlas de las heladas fuertes mediante una cobertura de paja.
Hacer un huerto: plantar rábanos
Es la hortaliza del principiante. Los rabanitos se siembran directamente con semilla, aclarando cuando germinan para dejar una planta cada 3 o 5 cm. En un mes están listos para comer crudos, crujientes y picantes. Les afecta la sequía y el exceso de calor, que les dan un sabor fuerte y hacen que su interior se ahueque.
Hacer un huerto: plantar fresales
El fresal es una planta que se reproduce sola mediante los estolones que saca cada verano y forman plantas nuevas al tocar el suelo. Puedes trasplantar las hijas y así ir teniendo nuevas plantas que florecerán y darán sus primeras infrutescencias rojas en primavera. Se adapta a circunstancias muy variadas, pero prefiere los lugares abrigados y bien soleados y los terrenos ricos en humus y ligeramente ácidos. Es una de las plantas que más buscan los niños en el huerto o en las macetas, donde crecen bastante bien.
Hacer un huerto: plantar melones
Es otro de los trepadores del huerto urbano. Si todo va bien y salen buenos frutos, se tendrán que sujetar con red para que no rompan los tallos o vayan dando vueltas por el suelo. En el campo se pueden sembrar directamente de semilla, pero el plantel permite controlar mejor los espacios. Necesitan calor.