Son plantas con grandes hojas de color verde oscuro que ocupan bastante terreno, pero cada una puede llegar a dar dos o tres calabacines a la semana en los mejores meses de verano. Tenlo en cuenta para no plantar en exceso. Con cuatro o cinco plantas bien cuidadas ya puedes ir servido. No olvides que las flores tienen bastante gracia para tomarlas rebozadas como aperitivo o decorando algunos platos de verano. Para cultivar en balcón o terraza hará falta un macetón grande, con buena tierra y bastante espacio a su alrededor.
Cultivar un huerto
Hacer un huerto: plantar berenjenas
Proporciónales todo el calor y la luz que puedas, y un suelo rico en humus. Siempre me sorprende el fruto morado que sale de su delicada flor violácea, con producción hasta que llega el frío.
Hacer un huerto: plantar guisantes
Junto con las habas, inauguran la temporada primaveral en el huerto, porque germinan a temperatura baja y aguantan bien el frío. No les van bien las tierras muy húmedas ni el abonado orgánico poco descompuesto. Hay variedades que trepan y se enredan en ramas y espalderas y otras de mata baja. Recogidos como primicia se pueden comer casi crudos. Los tirabeques se consumen con su vaina y son una verdura muy interesante en un momento en que el huerto todavía produce poco.
Hacer un huerto: plantar lechugas
Si hace buen tiempo crecen rápido y, mientras no hiele, estarán en el huerto durante todo el año. Has de sembrar en semillero o comprar plantel. Son muy sensibles a la sequía y al calor, que las hace espigarse y que amarguen. Las hay arrepolladas, romanas, hoja de roble y muchas más variedades, que recién recogidas del huerto, de la jardinera o de la mesa de cultivo, dan ensaladas con hojas frescas y crujientes, con un fino sabor silvestre. Desde el momento en que coseches tu primera lechuga no podrás volver a mirar una iceberg envuelta en plástico.
Hacer un huerto: plantar pimientos
Hacer un huerto: plantar cebollas
Puedes plantar variedades blancas para consumir tiernas o de invierno para conservar colgadas. Son poco exigentes, salvo que no les gustan las tierras húmedas o con materia orgánica fresca. En mesas de cultivo crecen cómodamente, pues sus raíces son poco profundas. Aguantan bien el invierno, por lo que puedes tener cebollas en el huerto durante todo el año.
Hacer un huerto: plantar calabazas
Son fantásticas, otro de mis cultivos favoritos, siempre que dispongas de bastante espacio para que puedan esparcirse a sus anchas por el terreno. Las hay de muchos colores, tamaños y formas curiosas. Si quieres una cosecha abundante deberás dejar sólo algunos frutos por planta. De todos modos, como se conservan muy bien durante meses después de la cosecha, tienes calabazas en la despensa hasta casi el verano siguiente.
Hacer un huerto: plantar zanahorias
Su única exigencia es una tierra mullida, libre de piedras y de plantas invasoras. Se cultiva a partir de semillas esparcidas sobre la tierra húmeda y ligeramente cubiertas. La verdad es que les cuesta un poco germinar y quizá se gana algo poniendo las semillas en remojo la noche antes de la siembra. Cuando empiezan a crecer es necesario el aclareo, dejando sólo una zanahoria cada 6 u 8 cm. En mesas de cultivo las zanahorias no se harán demasiado largas por la escasa profundidad del suelo.
Hacer un huerto: plantar judías
Puedes plantarlas sin límite, en variedades verdes, amarillas, púrpura, finas, anchas, largas, de palo o de mata baja. Es un cultivo fácil y productivo, que apenas requiere abono orgánico. Puedes consumirlas en verde, en granos frescos en otoño y congeladas o como alubias secas durante todo el año. No les gusta el frío. Para el cultivo en balcón o terraza es mejor utilizar variedades de mata baja, salvo que puedas dejar que suban hasta casi 4 m de altura.
Hacer un huerto: plantar pepinos
Con más de una o dos plantas ya no sabrás qué hacer con ellos en verano. Estudiarás todas las salsas, sopas frías y ensaladas, porque son inusitadamente productivos. Se siembran en abril o mayo, les gusta el calor, y los podrás cosechar durante todo el verano y el otoño, mientras no hiele. En las terrazas, puedes hacer que trepen por las barandillas o que cuelguen y repten entre las mesas de cultivo. Es una planta que se cuelga con facilidad de sus vecinas.