Hace poco más de un año, en junio de 2009, esto era un solar lleno de escombros en la Moritzplatz del barrio Kreuzberg, en Berlín. Dos emprendedores, creadores de la empresa sin ánimo de lucro Nomadisch Grün (“verde nómada”), alquilaron este espacio no utilizado durante más de 50 años, lo limpiaron y pusieron en marcha el proyecto Prinzessinnengarten (“jardines de princesas”): un huerto móvil que ya tiene más de 1.000 m2 de cultivos en cajones y bolsas, para los vecinos del barrio.
Personas de todas las edades, ocupaciones y procedencias pueden cultivar alimentos y flores para su propio consumo o para la venta en el café-restaurante del jardín, que es el centro social del proyecto. Así, Prinzessinnengarten es a la vez que un espacio productivo, un lugar de aprendizaje y de esparcimiento, relajante y de relación social. Por las mañanas abundan las familias con niños y al atardecer es un espacio más frecuentado por los jóvenes. A la actividad del día a día se suman programas educativos, eventos culturales y fiestas.
Se cultiva sin pesticidas o fertilizantes artificiales, se suelen escoger variedades autóctonas o difíciles de encontar en los supermercados, se elabora compost y se cuidan colmenas, lo que ayuda a la polinización en este ambiente urbano.
La idea de ser móvil es muy práctica, pues es posible el traslado a otro solar inutilizado si el precio de alquiler hace inviable el proyecto, que se financia con aportaciones de personas y empresas con conciencia social y ambiental, además de los ingresos por ventas del café-restaurante.
Monocle ha realizado un vídeo sobre Prinzessinnengarten, en inglés, con buenas imágenes y entrevistas para hacerse una idea del proyecto.