Que ahora es una una auténtica moda lo vemos en la edición francesa del mes de septiembre de la revista Glamour. Título principal en portada (“Ma vie cool en ville!”) y reportaje de cinco páginas en el bloque inicial, nunca lo hubiéramos pensado.
Nos habla de chicas de la génération glamour de Toronto, una ciudad en la que cultivar en la terraza o en huertos comuntarios es lo más, no sólo por disponer de alimentos frescos y ecológicos, sino también por su faceta social. Un ejemplo es The Stop Community Food Center, que además de huerto es cocina comunitaria, banco de alimentos y centro para aprender horticultura y cocina. La organización Not Far From The Tree se dedica a recoger la fruta de árboles de particulares y reparten un tercio para el propietario, un tercio para los recolectores y un tercio para organizaciones locales El lujoso hotel Fairmont Royal York cuenta con huerto en sus terrazas para abastecer a sus chefs. Desde 2009, en Toronto la ley obliga a “vegetalizar” un mínimo del 10% de la superficie construida. Y así un montón de ideas glamourosas en esta ciudad.
Tomás
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Las semillas de variedades tradicionales, protagonistas en Tenerife.
Esta semana, desde el viernes 24 al domingo 26 de septiembre, se celebra en Tenerife la XI Feria Estatal de la Biodiversidad Agrícola, una oportunidad para fomentar la recuperación, conservación, difusión e intercambio de semillas de variedades agrícolas tradicionales (¡ya estamos pensando en la lista de tomates a plantar en la próxima temporada!) Emplazada en el Mercadillo del Agricultor dispondrá de una zona de exposición, con más de 30 participantes y representantes de Redes de Semillas de España y Portugal, además de una zona donde se impartiran diversos talleres gratuitos (ver programa completo del Foro de Agroecología y Biodiversidad en Canarias).
Junto a la Red Canaria de Semillas, participarán la Red Andaluza de Semillas, la Red Cántabra de Semillas, el Centro Zahoz de Salamanca, la Associació de Varietats Locals Mallorca, Les Refardes (Catalunya), Esaporus/L’era (Catalunya), Triticatum, Red Gallega de Semillas y Red Extremeña de Semillas. Son entidades, grupos y personas que se suman en La Red de Semillas “Resembrando e Intercambiando” (RdS), una organización descentralizada, que ha trabajado durante los últimos 10 años para facilitar y promover el uso, producción, mantenimiento y conservación de la biodiversidad agrícola en las fincas de lo agricultores y en los platos de los consumidores.
Las huertas invaden Nueva York
Brooklyn Grange no un huerto más en una azotea de Nueva York, entre los muchos que están creciendo en una especie de nueva moda de la ciudad. Éste tiene 3.700 m2, con vistas al skyline de Manhattan, y no es de un particular, es toda una empresa. Fundada por Brandon Hoy, Anastasia Cole, Gwen Schantz, Chris Parachini y Ben Flanner, cultivan comercialmente para abastecer a vecinos y establecimientos, pero mantienen el huerto abierto al público y a la participación de escuelas, familias y voluntarios. Si lo quieres visitar está en 37-18 Northern Boulevard, Long Island City Queens (es divertido ver las franjas de cultivo sobre el edificio en la foto satélite de Google Maps). Este vídeo sirve también para hacerse una idea:
Sobre Brooklyn Grange y la tendencia al urban farming en EE UU escribía ayer Sandro Pozzi una columna en el suplemento de negocios de El País, donde explica que poco a poco van proliferando los mercadillos, como el de Union Square o el de los domingos detrás del Museo de Historia Natural, donde los hortelanos urbanos venden sus productos.
Animal, vegetal, milagro: un año de comida natural.
De Barbara Kingsolver habíamos leído relatos potentes como La biblia envenenada o Verano pródigo. Lo que cuenta en Animal, vegetal, milagro está entre el reportaje periodístico, el diario familar, el libro de cocina, el informe ecologista y hasta el manual de veterinaria (¡qué difícil es aparear pavos hoy en día!). Un libro singular y divertido en el que cuenta como, al percatarse que su frigorífico contenía esencialmente petróleo (consumido por maquinaria agrícola, abonos, pesticidas, transportes, envases, refrigeración industrial) en vez de buenos alimentos, ella, su marido y sus hijas deciden probar a vivir durante un año únicamente de la comida que ellos mismos cultivarán o comprarán a los granjeros de los alrededores, siempre a menos de una hora en coche desde su casa, en las montañas Apalaches. Lo consiguen y, como ya te haces de la familia, te quedas con ganas de saber sobre los calabacines del año siguiente.
Su elegante y entretenida narración te mete en el huerto, en la cocina y en el vecindario. A pesar de algún ramalazo tipicamente norteamericano, ha animado a más de uno a ponerse a cultivar y a dejar de comprar plástico en el supermercado.
En: FNAC / Casa del Libro /
Prinzessinnengarten, un huerto móvil en Berlín.
Hace poco más de un año, en junio de 2009, esto era un solar lleno de escombros en la Moritzplatz del barrio Kreuzberg, en Berlín. Dos emprendedores, creadores de la empresa sin ánimo de lucro Nomadisch Grün (“verde nómada”), alquilaron este espacio no utilizado durante más de 50 años, lo limpiaron y pusieron en marcha el proyecto Prinzessinnengarten (“jardines de princesas”): un huerto móvil que ya tiene más de 1.000 m2 de cultivos en cajones y bolsas, para los vecinos del barrio.
Personas de todas las edades, ocupaciones y procedencias pueden cultivar alimentos y flores para su propio consumo o para la venta en el café-restaurante del jardín, que es el centro social del proyecto. Así, Prinzessinnengarten es a la vez que un espacio productivo, un lugar de aprendizaje y de esparcimiento, relajante y de relación social. Por las mañanas abundan las familias con niños y al atardecer es un espacio más frecuentado por los jóvenes. A la actividad del día a día se suman programas educativos, eventos culturales y fiestas.
Se cultiva sin pesticidas o fertilizantes artificiales, se suelen escoger variedades autóctonas o difíciles de encontar en los supermercados, se elabora compost y se cuidan colmenas, lo que ayuda a la polinización en este ambiente urbano.
La idea de ser móvil es muy práctica, pues es posible el traslado a otro solar inutilizado si el precio de alquiler hace inviable el proyecto, que se financia con aportaciones de personas y empresas con conciencia social y ambiental, además de los ingresos por ventas del café-restaurante.
Monocle ha realizado un vídeo sobre Prinzessinnengarten, en inglés, con buenas imágenes y entrevistas para hacerse una idea del proyecto.