En España la terapia hortícola, llamada más informalmente “huertoterapia”, es una disciplina poco desarrollada, sin el grado de profesionalización y especialización que ha alcanzado en países como Reino Unido, Estados Unidos o Canadá. Mientras que aquí sólo algunos centros de salud, terapéuticos y asistenciales utilizan la horticultura como herramienta puntual de terapia ocupacional, en los países mencionados existen metodologías muy concretas para el tratamiento de los diferentes casos, titulaciones universitarias específicas, asociaciones profesionales y miles de proyectos que utilizan el huerto y las plantas como elemento terapéutico para la rehabilitación física, la educación de discapacitados, el cuidado de personas mayores y la integración de personas en riesgo de exclusión social, así como también para el tratamiento de adicciones, la asistencia a víctimas de abusos o la reinserción de personas en prisión.
Una de las iniciativas pioneras en España es la que ha desarrollado Inma Peña Fuciños, una terapeuta titulada en Reino Unido y Estados Unidos. Ha creado un huerto y un programa educativo para niños con problemas de audición y lenguaje en el Colegio de Educación Especial Nuestra Señora del Rosario, en Coruña, que acerca a los niños del centro al mundo natural y les permite la práctica al aire libre de las materias que han aprendido en clase. Ha constituido grupos con niños de todas las edades y distintas condiciones físicas, psicológicas y sociales, con lo que han descubierto la importancia tanto del trabajo en equipo como de la autogestión. Este diseño de Huerto Pedagógico y Terapéutico recibió el Premio Extraordinario de Educación para la Salud, dentro del concurso nacional de experiencias educativas organizado por la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos.
Hasta donde conozco, no existen manuales ni publicaciones en español que profundicen en el tema de la terapia hortícola, quizá con la excepción de los escritos pioneros de José Francisco Ballester-Olmos, profesor de la Unidad Docente de Floricultura y Jardinería de la Universidad Politécnica de Valencia, que a principios de la década de 1990 publicó varios artículos al respecto, además de la obra La terapia hortícola en la rehabilitación de discapacitados físicos y psíquicos, que sólo está disponible en bibliotecas universitarias.
Para encontrar textos especializados se debe leer en inglés, con una obra básica, Horticulture as Therapy. Principles and Practice, una recopilación de artículos seleccionados por dos de las directoras de la American Horticultural Therapy Association (AHTA), quizá la más influyente institución en este campo, junto a la Canadian Horticultural Therapy Association (CHTA) y la asociación británica Thrive.
En las páginas de la AHTA y la CHTA se encuentran relacionadas las diferentes universidades y centros donde se puede estudiar y realizar prácticas en terapia hortícola.